jueves, 17 de febrero de 2011

Agua que no has de beber

Mediodía de sol y suave brisa en la costa marplatense. Una joven y despreocupada salteña de 26 años pasea por la orilla mientras su cuerpo se broncea -o eso cree- y sus piesecitos adornados con uñas color ciruela son refrescados por las olas que rompen locas en la arena. De repente, una palabra llama su atención.

- Señora (cuyas facciones delatan una abuela) - ¡No toquen eso! Es una aguaviva…pica

La salteña, atraída por la palabra y la curiosidad se acerca al grupo conformado por la señora sospechada de abuela y dos sujetos, un femenino y un masculino que no superarían la década de existencia. La señora mira con suspicacia a la intrusa.

- Joven salteña (como disculpándose por la intromisión pero sin poder ocultar la emoción que la embarga): Es que nunca había conocido un aguaviva en persona…



-Señora: ¡Qué divina! No debés ser de por acá ¿no? – dice mientras agarra a los niños de las manos y se aleja dejándome sumida en la contemplación de lo que parece una prótesis de silicona que se despereza en la arena.

3 comentarios:

  1. Jajaja! buenísimo y dulce...ingenuo...me encanta! :D

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  2. jajaja buenisimo y dulce...ingenioso...me encanta:D

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  3. jajaja, mirá vos! A Anónimo no solo le gustó la ntrada sino que está 100% de acuerdo con Ella...

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